La toxina botulínica, popularmente conocida como Botox debido a la primera marca que comercializó este medicamento, corresponde a la toxina que produce el botulismo, una rara enfermedad que ataca los nervios del cuerpo. La medicina moderna aprovecha la capacidad de esta toxina para producir parálisis muscular para tratar ciertas enfermedades neurológicas, y en medicina estética para las líneas o arrugas de expresión.
Tras conocer los mitos en torno a tratamientos de rejuvenecimiento facial con toxina botulínica, te enseñamos todo lo que debes saber sobre ella y sus posibilidades para el cuidado de tu piel.
¿Cómo funciona el botox o toxina botulínica?
Las pequeñas dosis funcionan como uno de los mejores tratamientos para la reducción de arrugas faciales.
Al inyectar la toxina botulínica bloquea determinadas señales nerviosas que producen la contracción de los músculos, relajándolos y reduciendo las arrugas en las zonas aplicadas. Previo a la inyección de la toxina, se le aplicará una crema anestésica en la zona para adormecerla, luego se inyecta el medicamento en determinados músculos faciales según el caso de cada paciente.
El efecto del botox se hace visible durante los primeros cinco días tras la aplicación y puede durar entre cuatro y seis meses antes que los músculos vuelvan a contraerse y aparezcan nuevamente las arrugas.
Botox: la mejor forma de eliminar arrugas y líneas de expresión
Las primeras señales de envejecimiento suelen ser las arrugas alrededor de los ojos, la frente, las mejillas y los labios. Estas son características normales de la cara, pero muchas personas sienten que las hacen verse mayores o cansadas.
La toxina botulínica se presenta como la mejor solución para reducir la aparición de arrugas y eliminar líneas de expresión al ser un tratamiento levemente invasivo que evita cirugías mayores, se puede aplicar en cualquier época del año sin complicaciones, sus efectos son casi inmediatos y prorrogables por meses, además de no tener contraindicaciones y raramente producir efectos secundarios.
¿Quiénes pueden recibir este tratamiento de toxina botulínica?
Cualquier persona que esté en estado saludable y sea mayor de 18 años puede recibir tratamiento de botox. En caso de tener alguna de las siguientes características, no será posible recibir este tratamiento:
- Padecer enfermedades neuromusculares (esclerosis múltiple o miastenia gravis)
- Estar embarazada o en etapa de lactancia
- Tener debilidad en ciertos músculos faciales
- Tener párpados caídos (ptosis), piel de la cara muy gruesa o facciones asimétricas
- Problemas a la piel
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