Toxina Botulínica: Mitos y verdades del Botox

¿Qué es la Toxina Botulínica?

La toxina botulínica, conocida popularmente como “Botox” por la primera marca que la comercializó, es una sustancia que paraliza o disminuye la función del músculo sobre el que se aplica.

De esta forma, se consigue relajar, durante algunos meses, los músculos faciales, previniendo la formación de arrugas y suavizando las existentes, hasta ser casi inapreciables.

La toxina botulínica aplicada por manos expertas consigue dotar al rostro de un aspecto revitalizado y sin arrugas, con resultados 100 % naturales. También ayuda a corregir asimetrías.

La toxina botulínica se utiliza para corregir arrugas dinámicas o de expresión.

Se aplica principalmente en la mitad superior del rostro, pero según el análisis clínico, puede utilizarse en todo el rostro.

Las zonas más habituales son:

  • El entrecejo
  • Las patas de gallo
  • La frente

Beneficios:

  • No es quirúrgico.
  • Se puede aplicar en cualquier época del año.
  • Es una técnica prácticamente indolora.
  • Sus efectos son inmediatos y se prolongan entre cinco y seis meses.
  • No produce efectos adversos, como reacciones alérgicas, rigidez facial o náuseas.

Es muy importante que este tratamiento sea aplicado por un profesional de la salud.

¿Mito o verdad? La realidad de la toxina botulínica

¿Al terminarse el efecto de la toxina botulínica las arrugas se pronuncian más?

Esta es una afirmación frecuente que es necesario desmentir, pues estos tratamientos no son permanentes, y aunque se ven los resultados en menos de 8 días, tienen una duración de 4 a 6 meses. Su funcionalidad es relajar los músculos faciales contraídos excesivamente al momento de gesticular, que es la razón por la que se forman las líneas de expresión, sin embargo, con el paso del tiempo y del tratamiento los músculos faciales siguen trabajando con normalidad y poco a poco vuelven a contraerse devolviendo la apariencia de las líneas de expresión. 

No se trata de un efecto negativo posterior al tratamiento, sino del ciclo regular de los músculos faciales, no obstante, la aplicación del Botox se puede seguir realizando para ‘educar’ los músculos, aunque es recomendable no hacerlo más de 2 veces en el año para un efecto más notorio, adicionalmente se han encontrado efectos muy positivos en los pacientes que aplican esta toxina con regularidad, pues a largo plazo se genera un efecto preventivo que disminuye las líneas de expresión.

¿El Botox es un procedimiento doloroso?

Este tratamiento es indoloro y ambulatorio, por lo que probablemente sentirá algunas molestias, pero nada que no se pueda soportar. En algunos casos para pacientes muy sensibles al dolor se prepara la zona a tratar con compresas de hielo o algún tipo de anestesia en crema, sin embargo la toxina botulínica es inyectada con agujas increíblemente finas, por lo que el procedimiento no tiene porqué generar traumas en ningún paciente. 

Se debe tener en cuenta que los primeros días de la aplicación es normal que puedan aparecer algunos hematomas, los cuales irán desapareciendo, así mismo es un procedimiento efectivo, en el que los resultados se aprecian casi al instante y no dejará ningún tipo de cicatriz ni secuela.

¿El Botox podría paralizar el rostro o deformarlo?

Este es un tema muy importante, y del que se debe generar consciencia, no cualquier persona tiene vía libre para manejar estos procedimientos y menos si no son expertos en salud ya que podrían aplicar una dosis incorrecta o inyectar con una profundidad que perjudique al paciente. Ningún tratamiento con toxina botulínica debería dejar al paciente paralizado o con deformaciones en el rostro ya que esta sustancia lo que hace es un efecto de relajación transitoria en el músculo excesivamente contraído.  Por lo que si presenta algún síntoma parecido acuda a su especialista inmediatamente. 

¿ Sólo lo pueden utilizar mujeres de más de 50 años? 

Si bien lo convencional es que las personas de más de 40 años sean las que más líneas de expresión tienen en el rostro, lo recomendado por los médicos estéticos es que se inicie a una edad mínima de 20 años, sobretodo para esos pacientes que desde muy jóvenes tienen gesticulaciones muy marcadas, y se sienten incómodos con las líneas de expresión sobresalientes. Este tratamiento les ayudará a hacer un efecto preventivo para que las líneas no progresen de una forma tan dramática y en el largo o mediano plazo se arruguen menos.

Por último, no es recomendado aplicarlo en mujeres embarazadas, pacientes con patologías autoinmunes como Lupus, con infecciones u hongos en la piel, o pacientes que consumen una considerable cantidad de cigarrillos o sustancias alucinógenas. 

La toxina botulínica es un tratamiento seguro, efectivo y que, si se realiza en un centro seguro y en manos de profesionales expertos el paciente quedara satisfecho. 

No se deje engañar por los mitos infundados de personas sin conocimiento en el tema, el Botox bien aplicado deja un efecto natural y deseado. Consulte con su médico experto todas las dudas que tenga y que sea el mismo profesional quien le desmienta todos estos mitos que se han ido creando alrededor de la toxina tipo A.

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